Desde el Alma... Y hacia todo el País.
Con más de veinte años de trayectoria, Los Alonsitos han logrado hacerse un lugar importante en nuestro folklore argentino… contando con un público fiel, que los acompaña desde sus comienzos… En esta entrevista nos dejan algo más de cada uno de ellos, para llegar a conocer más de sus pensamientos y sentimientos… mate de por medio… y una charla que aquí demuestra que la distancia no es un impedimento, para llegar al alma de quienes los oyen…
Agradezco a mi hermano Ricardo Antonio Gómez Santa Cruz por haberme llevado hasta Corrientes para hacer la nota, llegar hasta Corrientes fue una pequeña odisea y a mi mujer Silvi por su compañía y aguante, fueron unas vacaciones maravillosas junto a Silvi y a mi hermano en Paso de Los Libres que jamás olvidaremos. (desde allí nos fuimos a Corrientes para la nota) Ellos colaboraron en la nota con los queridos Alonsitos.
Quiénes fueron sus referentes musicales en los comienzos?
Luís: En un principio la gran influencia musical provino de nuestros viejos, ellos fueron de alguna manera los que nos guiaron en nuestra primera preferencia musical. Por ejemplo el papá de Marcos es Tarragosero, el de Ariel era vecino de Cocomarola* y por parte de mi viejo, Ernesto Montiel*. Además ellos también son músicos. En cualquier asado que armábamos siempre nos juntábamos a tocar y a bailar, imaginate que hasta mi abuela toca el acordeón y siempre está presente el chamamé.
Más allá de la influencia familiar, que en su caso fue decisiva a la hora de elegir el camino, ¿Qué otros artistas sienten que los han influenciado de alguna manera?
Luís: A partir de la experiencia que hicimos con el disco de folklore, podemos nombrar a varios, entre ellos León Gieco, un artista que además de ser un gran cantor y compositor, es el único artista que sentimos que puede cantar cualquier género y que la gente lo identifica claramente. Por otro lado está Pedro Aznar en lo que se refiere a excelencia musical y a la búsqueda permanente de mejorar el sonido.
Siendo personas tan jóvenes y con una carrera bastante importante, ¿cómo es su relación con los demás folkloristas?
Marco: Nosotros a los diez años tuvimos la suerte de compartir escenarios con los más grandes exponentes del folklore, entre ellos Los Chalchaleros, Horacio Guaraní, Roberto y Cuti Carabajal, Teresa Parodi y Antonio Tarrago Ros, estos artistas nos marcaron artísticamente y además fueron muy generosos con nosotros a la hora de brindarnos su conocimiento y experiencia.
¿Y con los artistas de su generación?
Marco: Con Los Nocheros, La Sole, Los Tekis y Luciano Pereyra hicimos carrera juntos, somos de una misma camada. Con Los Nocheros somos muy amigos a pesar de que a veces por los compromisos contractuales de ambos, pasamos mucho tiempo sin poder vernos, es más, la primera llegada de ellos al sur de nuestro país, fue como teloneros nuestros, así que te imaginarás lo que vivimos y las anécdotas que tenemos.
Chicos, ¿hay distintos tipos de chamamé?
Luís: En realidad lo que hay en cada región es un referente musical muy fuerte, por ejemplo en Curuzú Cuatiá está Tarrago Ros, en la zona de Corrientes Capital por la cercanía con San Cosme está Cocomarola. En Paso de Los Libres, Ernesto Montiel; en la región de Alvear, Don Isaco Abitbol que fue bandoneonísta de Ernesto Montiel. En Burucuyá se encuentra el chamamé romántico, ahí nació el letrista de Cocomarola que es Salvador Miqueri y en esa región se hace la fiesta del “auténtico chamamé”.
¿Cómo ven al folklore hoy?
Marcelo: Lo vemos más fortalecido que en los años 90. Por suerte hoy hay un muy buen cauce de difusión y el ámbito es mayor. Esto se debe al trabajo de muchos músicos que de alguna manera se han dedicado a cuidar su imagen.
¿Por qué haces hincapié en esto?
Marcelo: Porque antes el folklore estaba asociado a la desprolijidad, al sonido improvisado de músicos que subían al escenario, alcoholizados y hasta drogados… las drogas, los vicios atraviesan a la sociedad en todas sus ramas, nada es prioritario de un sector o de otro.
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Luís: En un principio la gran influencia musical provino de nuestros viejos, ellos fueron de alguna manera los que nos guiaron en nuestra primera preferencia musical. Por ejemplo el papá de Marcos es Tarragosero, el de Ariel era vecino de Cocomarola* y por parte de mi viejo, Ernesto Montiel*. Además ellos también son músicos. En cualquier asado que armábamos siempre nos juntábamos a tocar y a bailar, imaginate que hasta mi abuela toca el acordeón y siempre está presente el chamamé.
Más allá de la influencia familiar, que en su caso fue decisiva a la hora de elegir el camino, ¿Qué otros artistas sienten que los han influenciado de alguna manera?
Luís: A partir de la experiencia que hicimos con el disco de folklore, podemos nombrar a varios, entre ellos León Gieco, un artista que además de ser un gran cantor y compositor, es el único artista que sentimos que puede cantar cualquier género y que la gente lo identifica claramente. Por otro lado está Pedro Aznar en lo que se refiere a excelencia musical y a la búsqueda permanente de mejorar el sonido.
Siendo personas tan jóvenes y con una carrera bastante importante, ¿cómo es su relación con los demás folkloristas?
Marco: Nosotros a los diez años tuvimos la suerte de compartir escenarios con los más grandes exponentes del folklore, entre ellos Los Chalchaleros, Horacio Guaraní, Roberto y Cuti Carabajal, Teresa Parodi y Antonio Tarrago Ros, estos artistas nos marcaron artísticamente y además fueron muy generosos con nosotros a la hora de brindarnos su conocimiento y experiencia.
¿Y con los artistas de su generación?
Marco: Con Los Nocheros, La Sole, Los Tekis y Luciano Pereyra hicimos carrera juntos, somos de una misma camada. Con Los Nocheros somos muy amigos a pesar de que a veces por los compromisos contractuales de ambos, pasamos mucho tiempo sin poder vernos, es más, la primera llegada de ellos al sur de nuestro país, fue como teloneros nuestros, así que te imaginarás lo que vivimos y las anécdotas que tenemos.
Chicos, ¿hay distintos tipos de chamamé?
Luís: En realidad lo que hay en cada región es un referente musical muy fuerte, por ejemplo en Curuzú Cuatiá está Tarrago Ros, en la zona de Corrientes Capital por la cercanía con San Cosme está Cocomarola. En Paso de Los Libres, Ernesto Montiel; en la región de Alvear, Don Isaco Abitbol que fue bandoneonísta de Ernesto Montiel. En Burucuyá se encuentra el chamamé romántico, ahí nació el letrista de Cocomarola que es Salvador Miqueri y en esa región se hace la fiesta del “auténtico chamamé”.
¿Cómo ven al folklore hoy?
Marcelo: Lo vemos más fortalecido que en los años 90. Por suerte hoy hay un muy buen cauce de difusión y el ámbito es mayor. Esto se debe al trabajo de muchos músicos que de alguna manera se han dedicado a cuidar su imagen.
¿Por qué haces hincapié en esto?
Marcelo: Porque antes el folklore estaba asociado a la desprolijidad, al sonido improvisado de músicos que subían al escenario, alcoholizados y hasta drogados… las drogas, los vicios atraviesan a la sociedad en todas sus ramas, nada es prioritario de un sector o de otro.
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